Diarios de Activismo: Volver a Eje

“Creo que no hablé tan bien esta vez”, “me preocupa que este año no tenga tantas oportunidades de participar en espacios internacionales”, “siento que con este proyecto no estamos llegando a tantos jóvenes como me gustaría”.

A veces mi cabeza se llena de esos pensamientos, de tanto ruido y preocupaciones que me invaden, me agobian y no me dejan pensar con claridad. Tantos pensamientos, exigencias e ideas enfocadas en cómo poder mejorar, en qué hace falta, en pequeños errores (según mi perspectiva). Mucho ruido sólo haciendo énfasis en lo que no salió “perfecto” o lo negativo.

Pero después, algo pequeño, algo diario, me devuelve la claridad. Un mensaje común: "Sofi, inspirás a muchos latinoamericanos", "Sofi, por vos empecé a trabajar por la educación", o recibir mensajes de jóvenes que quieren sumarse a Una Generación, mi organización, lo cambian todo. Me vuelven a eje, y me hacen recordar verdaderamente qué es lo importante.

A veces me pierdo en pensamientos específicos: "¿Estoy haciendo suficiente?", "¿Tanto trabajo realmente genera un cambio?", "Tengo que hacerlo mejor", "Tenemos que llegar a más jóvenes". Esa sobreexigencia, muchas veces me hace ver los logros a medias. La vara tan alta con la que mido lo que hago es mi maldición y mi bendición al mismo tiempo.

Por un lado, hace que nunca sienta que hice suficiente, lo cual no está tan bueno. Pero por otro lado, es lo que me empuja a más. A siempre ir por más. Si el trabajo que realicé no generaba el impacto que esperaba, trabajaba el doble, si algún proyecto no llegaba a la cantidad de participantes que esperaba, pensaba mil formas más para que la próxima vez sí sucediera. Eso me llevó a pensar mil posibilidades más de mejorar mi trabajo, el impacto que genera y cómo ir siempre más allá. No como responder a las necesidades de hoy sino pensar a futuro, pensar de forma estratégica. 

Me gusta mi deseo constante de siempre ir por más pero a veces si algo no sale como esperaba o creo que puede ser mejor, en mi cabeza ciertos pensamientos entran en loop, enfocándose más en qué mejorar que en lo que logré hasta ese momento.

Pero son pequeñas cosas las que me traen de vuelta a la realidad, a entender, a tener fe, y a sentir que, aunque lento, hay un cambio que se está gestando. Lento pero seguro.

Generar cambios es un camino muy desafiante, con muchas trabas y sobre todo que requiere paciencia, es un proceso lento que demanda constancia y perseverancia. A veces con tantos “no” o al enfrentar tantos desafíos nos olvidamos que es la suma de las pequeñas acciones, del estar, del seguir empujando las que generan cambios. Pero son pequeñas cosas las que me traen de vuelta a la realidad, a entender, a tener fe, y a sentir que, aunque lento, hay un cambio que se está gestando. Lento pero seguro. 

El trabajo en territorio sobre todo, me vuelve a la raíz, con los proyectos e iniciativas que lideramos desde Una Generación, cuando los participantes dicen “aprendí mucho en este proyecto”, “gracias por generar estos espacios”, “este proyecto me dejó pensando que quiero hacer más por la educación”. Todo eso hace que valga la pena, tantas barreras, tantos obstáculos, tanto trabajo, tanta dedicación sin nadie dándote una palmadita en la espalda diciéndote “si, estás en el camino correcto”. Son esas pequeñas -grandes- cosas que te hacen sentir de verdad que si, que si se está gestando algo más grande, un cambio real.

A veces también los viajes o las conferencias te hacen perder de vista lo importante. Lo importante no es cuántos viajes hacés, cuántas invitaciones recibís, cuántas veces hablás. Esos son instrumentos para... no fines en sí mismos.

Intento recordarme eso constantemente. Lo importante es el trabajo en territorio. Trabajar de la mano cambios globales y locales, el mensaje que quiero transmitir, generar conciencia de que la educación nos necesita a todos, liderar con el ejemplo, y sobre todo, liderar con humildad.

Foto del Encuentro Final del Proyecto Jóvenes por la Educación de Una Generación. Implementación realizada en 2024 con el apoyo de la Agencia de Juventud de Salta.