Diarios de Activismo: Notas sobre liderar
Cuando pienso en liderazgo, pienso en las y los líderes que me formaron, que dejaron una huella en mí. Líderes a los que recuerdo admirar tanto y adoptar muchas cosas de sus estilos de liderazgo, hasta dar forma al mío. Líderes que cada día me motivaban a ser mejor, a dar lo mejor de mí y a aspirar a más también.
Cuando fundé mi organización, Una Generación, pensé mucho en el compromiso a largo plazo de crear algo nuevo, algo desde cero. Asumí ese compromiso y esa responsabilidad porque creo en nuestra visión de crear un movimiento por la educación e institucionalizar la participación de las y los jóvenes en política educativa.
Pero intentar compartir una visión de algo que todavía no existe y mantener la motivación de un grupo en algo nuevo que está tomando forma (los proyectos e iniciativas que lideramos) no es nada fácil. Se siente como intentar vender una idea que aún no es tangible en la realidad e intentar cada día que te la “compren”. Es decir, mantener día a día la motivación en una visión, en una organización que intenta solidificar sus pasos, lento pero seguro.
Hay días en los que siento que nos comemos al mundo, y otros en los que siento que la motivación decae. Sé, por supuesto, que la motivación no es algo constante, pero crear un movimiento desde cero, desde las bases, me hace pensar en cosas como:
Una cosa es movilizar a otros a trabajar por una causa, y otra muy distinta es lograr que apuesten por esta visión y esta causa en el largo plazo.
Lograr que personas, día a día, se levanten con la convicción y la fe de trabajar por una visión compartida.
Lograr que todos sientan esta causa como propia, que se pongan esta camiseta y que para otros representemos este futuro posible, esta idea de educación como algo necesario.
No es la primera vez que lidero una organización, pero si la primera vez que creo y lidero una organización con una visión única de un futuro de la educación que todavía no existe. Intento dar lo mejor de mí, poner en práctica lo que otros líderes me enseñaron, e intentar que quienes trabajan conmigo también vean la misma visión que yo, tan clara como cuando cierro los ojos. Pero a veces me cuestiono si estoy siendo capaz de transmitir esa visión con la misma claridad, es algo que intento hacer todos los días, con cada acción, con cada palabra, de forma intencional.
¿Podré lograr que decidan poner su tiempo y su liderazgo en esta visión llamada Una Generación? ¿Podré lograr que sientan este movimiento como propio?
Porque ese es mi sueño: que todos sientan este sueño como propio, para que perdure en el tiempo, que esta idea y convicción que vive en otros sea tan fuerte que exista fuera de mi y más allá de mi misma. Creo que esa es la verdadera meta de quienes trabajan por algo más grande, lograr que otros vean la misma visión, que la sientan dentro suyo como necesaria, como urgente, como algo evidente por lo que todos deberíamos trabajar para, para que vaya mucho más allá de un nombre o de quién la creó y sus valores, ideales y visión de la educación sea de muchos, sea un sueño compartido, una lucha compartida y logre trascender.
Foto de Una Generación presente en el Encuentro Federal sobre la Educación de los Adolescentes en Contextos Rurales organizado por UNICEF Argentina (Noviembre 2024).